Agustín Sánchez Garren nació en el seno de una familia trabajadora. Si bien desde sus inicios muestra predilección por la pintura, no es hasta la década de los setenta cuando decide dedicarse de manera exclusiva a este noble arte. Su primera exposición se remonta a 1971, año en el que exhibió sus óleos en su pueblo natal y alrededores. A partir de ese momento, comenzó a impresionar a público y crítica. En 1983 su obra traspasó fronteras presentándose en la Embajada de España en París donde recibió grandes elogios. El arte de Agustín Garren es sereno y sencillo y se plasma en una doble temática: los paisajes característicos de Las Alpujarras y los retratos de hombres, mujeres y niños.